Edición Médica

Las tasas de ansiedad y depresión en  jóvenes han aumentado 70 por ciento en los últimos 25 años.

Redacción. Quito
La Royal Society of Public Health ha realizado un estudio en el que se reveló que las redes sociales son más adictivas que los cigarrillos y el alcohol, ya que generan un profundo impacto en nuestra salud, principalmente en el estado mental.

El estudio ‘Status of mind’, ha revelado que a pesar de que estas plataformas presentan grandes oportunidades para innovar, aprender y ser creativo, también hacen perder el contacto con la realidad.

Según el estudio, en 2017 se realizó una encuesta a 1.479 usuarios entre 14 y 24 años de edad, preguntándoles sobre las plataformas de redes sociales más populares con el objetivo de descubrir qué impacto tenían en su salud y bienestar.

Como resultado, el estudio ha señalado que una de cada cuatro personas en todo el mundo utiliza alguna red social. El 91 por ciento de los jóvenes entre 16 y 24 años usa internet exclusivamente para navegar por las redes sociales, y el uso de éstas está vinculado a mayores tasas de ansiedad, depresión y falta de sueño. Ese período de la vida es crucial para el desarrollo emocional y psicosocial del individuo.

De acuerdo a ‘Status of mind’, a mediados de la década del 2000, las redes sociales se hicieron masivas, y revolucionaron la forma en que los seres humanos nos comunicamos y compartimos información. Las tasas de ansiedad y depresión en los jóvenes han aumentado 70 por ciento en los últimos 25 años.

Además, uno de los problemas que ha afectado a los usuarios de las redes sociales es el ‘síndrome de comparación’, principalmente a los usuarios de Instagram, la ‘plataforma de la vanidad’, la cual se ha convertido en una de las redes sociales más populares que ha demostrado tener el impacto más negativo en la salud mental de sus usuarios. Mientras que YouTube se consideró como la de impacto más positivo, ha indicado el estudio.

La conclusión del estudio ha determinado que las redes sociales son la causa de problemas como el Miedo a Perderse Algo (FOMO), por sus siglas en inglés, aunque se presentan como un espacio para experimentar la vida social.

“Esto puede llevar a problemas de salud mental, como la ansiedad y la depresión, y los usuarios podrían desconectarse completamente debido a la incomodidad o la tristeza, y convertirse en seres asociales", ha advertido el estudio.

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