Edición Médica

Pacientes de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer del Ecuador.

Jonathan Veletanga. Quito
En rueda de prensa, varios padres de pacientes de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer del Ecuador han manifestado que sus hijos no han recibido citarabina, mercaptopurina y metotrexato en los hospitales Baca Ortiz y Eugenio Espejo, desde hace aproximadamente 3 meses.
 
“Hoy demostraron los pacientes que no hay citarabina en el Hospital Baca Ortiz y tampoco mercaptopurina y metotrexato en el Hospital Eugenio Espejo. Estos son medicamentos importantes para sus hijos”, ha comentado a REDACCIÓN MÉDICA Gustavo Dávila, director de la Fundación Jóvenes Contra el Cáncer del Ecuador.
 
“Por este motivo, la importancia de pedirle ya no a la ministra de Salud (a quien se le ha pedido varias veces) y a la Comisión de la Salud, sino al señor presidente (Lenín Moreno), que hay jóvenes que necesitan medicina y que por favor tome medidas urgentes”, ha añadido Dávila.
 
“Señor presidente, a nombre de todos los niños y en calidad de padre, no nos descuide y abandone. Haga algo para que se abastescan de medicinas a los hospitales que no las tienen”, ha dicho Víctor Riera, cuyo hijo de 4 años necesita 13 unidades de citarabina para una quimioterapia. El paciente no ha recibido este medicamento desde hace casi 3 meses.
 
En este sentido, Dávila ha señalado que en el Hospital Baca Ortiz se han identificado 12 niños que necesitan citarabina y mercaptopurina, medicamentos que son para el tratamiento de leucemia. “Si esa medicina no hay para estos 12 niños tampoco puede haber para el resto de niños que dependen del hospital. Por este motivo, hay una necesidad imperiosa para estos padres, que son de escasos recursos”, ha sostenido.
 
Según ha indicado, en total, hasta el momento, son 15 pacientes (12 niños y 3 jóvenes) de la fundación que necesitan estos medicamentos. Sin embargo, “esto es apenas una muestra de lo que está pasando en dos hospitales”.
 
Persecución
 
Dávila ha señalado que la fundación, que tiene 1.070 pacientes, “corre un riesgo gravísimo de cerrar porque tiene una persecución del Ministerio de Salud, a través de la Fiscalía y Contraloría, debido a que pelea fuertemente a favor de los pacientes”.
 
Además, “solicitamos que no haya un espíritu de cuerpo, es decir, que los médicos, enfermeras, etcétera, no tomen retaliaciones hacia los pacientes”, ha concluido. 

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