Edición Médica

Evento de entrega de ‘Reconocimiento por Cero Muertes Maternas’.

Redacción. Quito
El Ministerio de Salud Pública (MSP) ha informado que las provincias de Napo, Orellana y Pichincha (a excepción del cantón Quito) han alcanzado el objetivo de Cero Mortalidad Materna por segundo año consecutivo, al bajar de 9 casos en 2015, a 2 en 2016 y 2 en 2017.
 
Según ha indicado, este objetivo se ha alcanzado gracias a las acciones emprendidas a través de la Estrategia de Reducción de Mortalidad Materna y Neonatal, así como al trabajo directo con la comunidad, las madres gestantes y las mujeres en edad fértil, dotándoles de información sobre este problema de salud pública que puede evitarse aprendiendo a reconocer las señales de peligro durante el embarazo y sobre todo realizándose al menos tres controles para detectar a tiempo posibles complicaciones.

“Somos la zona con menor mortalidad materna a nivel nacional. Debemos seguir trabajando por un Ecuador sin muertes maternas. Debemos seguir trabajando para mantener cero muertes maternas, precautelando la salud de la mujer embarazada y promoviendo que se realice los controles prenatales”, ha dicho Karla Baquero, coordinadora zonal 2 de Salud.
 
De acuerdo a la Gaceta de Muerte Materna del MSP, en Ecuador, a diciembre de 2017, se registraron 150 casos de fallecimientos de mujeres durante el embarazo, parto y post-parto. Las zonas con mayor porcentaje de mortalidad materna son Guayaquil, Samborondón y Durán, alcanzando el 23,33 por ciento de todos los casos (35 casos); seguidos por Santa Elena, Bolívar, Los Ríos y Galápagos con el 15,33 por ciento (22 casos).
 
Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 800 mujeres mueren cada día a nivel mundial y las principales causas de mortalidad son la insuficiente comprensión de las señales de peligro durante el embarazo, la falta de transporte, la inaccesibilidad geográfica y la falta de atención oportuna durante el parto y postparto.
 
En este sentido, el MSP para dar respuesta a este problema de salud pública desarrolla líneas estratégicas para el mejoramiento de la calidad de la atención en sus establecimientos de salud; capacita al talento humano desde el primer nivel de atención (centros y puestos de salud) y controla el mejoramiento del equipamiento obstétrico.

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