Edición Médica

Josefina Coloma y Jesse Waggoner (al centro) con investigadores del INSPI.

Critina Coello. Quito
La experta en dengue de la Universidad de Berkeley, Josefina Coloma, ha señalado que no es pertinente la recomendación de evitar los embarazos en momentos de conmoción por el zika.

“La recomendación como salud pública de los políticos de que no se embaracen, no me parece que se pueda hacer” ya que se estima que se necesitan al menos dos años para verificar si existe alguna relación entre el zika y la microcefalia, ha comentado Coloma a REDACCIÓN MÉDICA.

“Mi recomendación no es que no se embaracen. Salgan, que les pique el mosquito y que les de zika antes de embarazarse. Así se crea inmunidad y todos se vacunan. El momento que se crea inmunidad en toda la gente, el zika va a bajar. Pero ahora todo el mundo es sensible”, ha mencionado.

La microbióloga ha añadido que si una mujer no está embarazada y se contagia de zika, en un mes puede embarazase “porque ya está inmune”.

“La alarma por el zika pasará. Es un fuego que tiene que correr su curso”, pero hay que tener claro que se trata de una “enfermedad febril que se resuelve relativamente fácil y no mata a la gente”, ha comentado.

El problema es la alarma por la asociación que ha hecho con la microcefalia en Brasil. Pero Coloma recuerda que eso realmente “no sabemos. En dos años se sabrá alguna relación”, ha reiterado.

También reconoció los riesgos ante un posible desarrollo de síndrome de Guillain Barré, con lo cual la inmunización natural “no es tan benigna como una varicela”.

Por otra parte, ha mencionado que ya se ha comprobado la transmisión sexual del zika y eso será una carga para los países que no tienen como endémico al mosquito porque ahora se tiene una nueva enfermedad.

En Estados Unidos hay 90 casos de zika, de los cuales 14, son de transmisión sexual.

Para la experta el problema es en el ámbito científico ya que a la llegada del nuevo virus “todos los ensayos serológicos que se han desarrollado para el dengue (Elisa, IGM IGG), y que se usan para el diagnóstico dejan de servir”.

Esas pruebas “dejan de ser específicas porque el zika y el dengue son primos muy cercanos y la serología como diagnóstico terminó. Lo que se ha desarrollado por muchos años” queda obsoleto, ha considerado.

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