INCIDENCIA Y DIAGNÓSTICO
Carcinoma de tiroides el más común entre las mujeres ecuatorianas
La gran mayoría de nódulos son benignos por lo que no se recomienda el screening a toda la población.
Eduardo Faure, del Complejo Médico Policial Churruca Visca y docente de la UBA.
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Cristina Coello. Quito
De acuerdo a los últimos datos del Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC), el
carcinoma de tiroides afecta a 54.809 personas en el país, de las cuales el 67.1 por ciento (36.804) son mujeres.
En la población femenina de Quito este es el
segundo cáncer que más les afecta, pero además es el más común de tipo ‘diferenciado’ que afecta a 9 de cada 10 pacientes con esta enfermedad.
Según la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer (SOLCA) en Quito el cáncer de tiroides es el
segundo carcinoma más común en las mujeres, únicamente superado por el de mama. Mientras que en Guayaquil es el séptimo más común.
El IARC (International Association of Cancer Registries) en su publicación de 2013, ha determinado que
Quito es la octava ciudad con la tasa más alta de cáncer de tiroides en mujeres a nivel mundial y una de las más altas de América Latina. Mientras que en hombres ocupa el décimo séptimo lugar de incidencia en el mundo.
Hallazgos más frecuentes
El especialista en cáncer de tiroides, Eduardo Faure, del Complejo Médico Policial Churruca Visca y docente de la Universidad de Buenos Aires (UBA), ha comentado en REDACCIÓN MÉDICA que es necesario “
generar conciencia sobre esta problemática en el sector médico y la población en general”.
“La gran mayoría (90 a 95 por ciento) de los nódulos tiroideos son benignos y asintomáticos por lo que no se recomienda la realización de screening o pesquisa a toda la población”, no obstante, ha recomendado poner atención a esta patología ya que “en la
actualidad la gran mayoría es diagnosticado de forma incidental en ecografías de cuello solicitadas por otro motivo”.
Faure ha recordado que están asociados para este tipo de cáncer el sexo, edad, dieta baja en yodo,
exposición a la radiación en la infancia, entre los principales y otros que no se ha encontrado una causa exacta.
Esta enfermedad
no se puede prevenir, “pero un diagnóstico adecuado y oportuno, sumado a tratamientos adecuados le dan al paciente un pronóstico favorable para recuperar su salud y calidad de vida”, ha asegurado el experto.
No obstante, los médicos deben considerar que la prevalencia de los nódulos tiroideos palpables
en mujeres es de aproximadamente
del 5 por ciento y del 1 por ciento en hombres que habitan en zonas yodo-suficientes según estudios epidemiológicos.
Por lo que el “estudio de los nódulos tiroideos debe realizarse mediante el examen físico y teniendo en cuenta los antecedentes más lo observado en la palpación se define la necesidad de efectuar una ecografía y
eventual punción para estudio citológico”, ha detallado Faure.
Una alternativa
El procedimiento tradicional de curación del cáncer de tiroides es la
ablación de remanentes tiroideos más el tratamiento con yodo radiactivo cuando está indicado.
Parte del tratamiento, en algunos casos, involucra
dejar al paciente sin hormona tiroidea (levotiroxina) durante 4 a 6 semanas para que los remanentes estén ávidos por yodo. Al darle yodo radioactivo al enfermo, las células tiroideas remanentes captan altas dosis de esta sustancia y mueren.
No obstante, según Faure actualmente
existen nuevas técnicas de tratamiento como el TSH recombinante para tratar el carcinoma diferenciado de tiroides, pues tiene el beneficio de ocasionar muy leves efectos secundarios para el paciente.
“El
TSH recombinante evita que el paciente deba esperar de 4 a 6 semanas o más con hipotiroidismo secundario; además mantiene su calidad de vida y no afecta la efectividad del yodo radioactivo”, ha asegurado el especialista.