Edición Médica

Eréndira Betancourt, presidenta de la Federación Nacional de Obstetrices y Obstetras del Ecuador.

Jonathan Veletanga. Quito
Gabriela Rivadeneira, presidenta de la Asamblea Nacional, presentará un proyecto de Ley de Parto Humanizado, el cual garantizará el bienestar, la seguridad y la decisión de las madres a elegir la forma más segura de dar a luz. Esta normativa además permitirá reducir el número de partos por cesárea, ya que en Ecuador esta cifra es muy alta.  

Ante esta propuesta Eréndira Betancourt, presidenta de la Federación Nacional de Obstetrices y Obstetras del Ecuador (FENOE) ha dicho a REDACCIÓN MÉDICA que el parto humanizado es esencial para reducir esta práctica que cada vez aumenta en Ecuador.

De acuerdo al Ministerio de Salud Pública (MPS) cerca del 38 por ciento de los partos en el país son por cesáreas pese a que la Organización Mundial de Salud (OMS) indica que el índice máximo para este tipo de intervención es del 10 al 12 por ciento.

Según Betancourt que uno de los factores que influye al aumento de cesarías en el país es que “la mayoría de mujeres embarazadas son atendidas en posición ginecológica”.

Por su parte Rivadeneira señaló que si bien es una práctica con la que se han salvado millones de vida en el mundo, “en muchos de los casos esta forma es promovida por el interés lucrativo de los médicos”.

“Esta ley es una alternativa para que todas las mujeres embarazadas del país, tengan acceso a información sobre el antes, durante y después del parto en la maternidad. En la fase de control prenatal se debe informar las distintas formas de dar a luz y será ella la que determine cómo quiere su parto, con información precisa y de primera mano”, ha dicho la titular de la Asamblea.

En este marco la especialista en Obstetricia ha comentado que para reducir la cesaría no solo se debe fomentar el parto humanizado sino también incorporar más obstetrices en todos los niveles de atención con el fin de informar las distintas formas de dar a luz y de brindar toda la información sobre la maternidad.

Además ha señalado que para que se cumpla la atención de un parto humanizado respetuoso y seguro “es importante la aplicación de la Guía Técnica para la Atención del Parto Culturalmente Adecuado del MSP, vigente desde el año 2008".

Rivadeneira ha realizado un llamado para promover políticas para disminuir la mortalidad materna y neonatal, así como mejorar las decisiones de intervenciones quirúrgicas con una justificación médica real.

"La cesárea es una violación a diversos derechos humanos de las mujeres y forma parte de un problema de salud pública, invisibilizada y poco tratado en las instituciones públicas y privadas", ha comentado.

Actualmente se han incrementado cosas para reducir el índice de cesarías, “no obstante falta aún más”, ha concluido Betancourt.

Además de acuerdo a su explicación el parto humanizado debe ser respetuoso de los derechos de la madre y del recién nacido.

La paciente puede estar acompañada si lo desea, tener apoyo y acompañamiento durante el trabajo de parto, estar en un ambiente acogedor, tener una libre posición y libertad de movimiento, así como cumplir estándares de calidad y seguridad. Mientras que el recién nacido tiene derecho al apego precoz, a la lactancia inmediata, a nacer sin violencia y sobre todo que no se le separe de la madre.

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