Edición Médica

Isaac Insuasti Alcantara, cirujano maxilofacia del Hospital de Niños Roberto Gilbert.

Jonathan Veletanga. Quito
En los últimos años el Hospital de Niños Roberto Gilbert de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG) se ha convertido en un referente nacional en la resolución quirúrgica de patologías maxilofaciales. Por ello, son cada vez más los pacientes que asisten a la institución para ser atendidos integralmente.
 
En entrevista con EDICIÓN MÉDICA, el Dr. Isaac Insuasti Alcantara, cirujano maxilofacial de esta casa de salud, ha comentado que maxilofacial es una especialidad muy importante, ya que permite resolver diversas patologías del ámbito cráneo facial, especialmente en las primeras etapas de vida, con lo cual se mejora sustancialmente la calidad de vida, tanto de los pacientes como de sus familias.
 
En esta especialidad hay grandes diferencias entre atender a un niño y un paciente adulto. “Son polos totalmente opuestos”, principalmente porque un niño sigue en desarrollo. Por lo tanto, hay que ser empáticos, lúdicos y comunicar adecuadamente a los padres, además los tratamientos deben tener mayor clarificación y es esencial trabajar de manera multidisciplinaria con otras especialidades, como Cirugía Plástica, Neurocirugía, Otorrinolaringología, etc.
 
Por estos y otros motivos, el Dr. Isaac Insuasti, ha considerado que el Hospital de Niños Roberto Gilbert se ha convertido en un referente, pues tiene todas las especialidades y subespecialidades necesarias para atender integralmente a los infantes, desde las valoraciones, los exámenes, el diagnóstico, los tratamientos (clínicos y quirúrgicos) y el seguimiento permanente. Y “Pediatría es la puerta de entrada a todo”, ha enfatizado.   
 
Actualmente el servicio de Maxilofacial se encarga del manejo integral no solo de patologías relacionadas a malformaciones, como labio y paladar fisurado, entre otras, sino también de condiciones más complejas y funcionales, como herniaciones cerebrales, neoplasias, etc.
 
“Todos los casos son desafiantes de inicio a fin”. Sin embargo, en 2024 y en lo que va del 2025 “hemos trabajado 4 casos excepcionales”, ha sostenido el especialista.
 
Por ejemplo, una pequeña de 1 año que fue operada por un diagnóstico de encefalocele nasofrontal (herniación cerebral hacia la parte facial), que le provocaba una deformación, problemas de respiración, dolores y afectación a nivel psicológico para ella y toda su familia. En breves palabras, se le hicieron cortes en la base del cráneo para disminuir la distancia de los ojos y mejorar la parte funcional.
 
“La pequeña tiene ya casi 8 meses de haber sido operada y es la niña más feliz del mundo. Antes, ella entraba al consultorio y lloraba. Ahora, se ríe, se toma fotos… Se ha integrado de mejor manera a la sociedad y a su familia”, ha sostenido.
 
Otro caso fue el de una niña con diagnóstico de encefalocele basal, una malformación congénita que genera una separación en el cráneo, donde el cerebro y las meninges sobresalen a través de una abertura. Esto le generaba serios problemas de respiración, por ello fue operada a los 2 años aproximadamente y ahora está bien de salud. Asimismo, otro caso complejo está asociado a una craneosinostosis, lo que afecta la forma de la cabeza, ha agregado.
 
Todos los casos se han manejado adecuadamente gracias a la experticia de los médicos tratantes, así como a los equipos de Imagen de última generación, los softwares que permiten hacer las guías de corte de manera precisa y personalizada, y la disponibilidad de prótesis, insumos y medicamentos adecuados.
 
A criterio del Dr. Insuasti, el Hospital de Niños Roberto Gilbert ha generado un gran impacto humano y social a nivel nacional, ya que se ha atendido a pacientes de todas las provincias del país. Sin duda alguna, ha cambiado miles de vidas.
 
Prevención y concienciación
 
Si bien las patologías maxilofaciales tienen, en su gran mayoría, un origen congénito, el especialista ha precisado algunas acciones que pueden ayudar a detectar y tratar a tiempo estas afecciones.
 
Por ejemplo, si un padre de familia ve que su niño tiene una apariencia que sale de lo “normal”, debe pensar mal y acudir de manera inmediata al médico para descartar o confirmar cualquier situación; por su parte, los galenos hacer una derivación temprana a los especialistas pertinentes ante alguna señal de alarma.
 
“En el Hospital estamos preparados para poderles ayudar en cualquier tipo de procedimiento o diagnóstico porque tenemos todas las especialidades en un solo lugar. Además, la empatía con la que se trabaja aquí es algo impresionante y clave” en este tipo de patologías… “Van a tener la ayuda necesaria para llegar a una solución exacta y llegar a un tratamiento definitivo a la edad correcta”, ha destacado Insuasti, quien ha indicado que el servicio de Maxilofacial ha crecido y fortalecido en los últimos años para beneficio de toda la población pediátrica.

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