Edición Médica

Este síndrome afecta las actividades de la vida diaria. Foto: referencial.

Jonathan Veletanga. Quito
El ritmo actual de vida ha generado un aumento en el diagnóstico del síndrome de ojo seco en todos los grupos etarios de la población, incluyendo en los menores de edad. Sin embargo, miles de personas no acuden a la consulta oftalmológica pese a tener algún síntoma visual, como ojos rojo, dolor, ardor y lagrimeo excesivo.
 
Esta condición visual puede afectar de manera importante la calidad de vida y, sobre todo, volver muy incómoda de ejecución de múltiples actividades del día a día, como leer, ver la tv, trabajar, conducir el auto, etc., si no se trata a tiempo, ha explicado Leticia Orozco, professional affairs para Latinoamérica y el Caribe en Alcon.
 
“Ha sido muy estudio que (el ojo seco) impacta seriamente en la vida cotidiana”, alterando e interfiriendo en cosas muy comunes, ha asegurado la especialista en entrevista con EDICIÓN MÉDICA.
 
Por este motivo y para diagnosticar a tiempo esta patología, es importante tener una consulta oftalmológica por lo menos una vez al año. Lo ideal es empezar desde la niñez: “un niño no tienen necesariamente que saber leer para que se le haga un examen visual”, ha enfatizado.
 
También es muy importante que las personas acudan de inmediato a una revisión oftalmológica si presentan algún tipo de dificultad para ver a lo lejos, ya que podría ser alguna condición visual u ojo seco; si el ojo no tiene una apariencia saludable; y si siente molestias oculares constantes.
 
“Para saber que nuestros ojos están bien tenemos que ver bien, vernos bien y sentirnos bien”, ha considerado.
 
Orozco ha señalado que es fundamental acudir al especialista del cuidado visual porque existen varios tipos de ojo seco, pero sobre todo enfermedades sistémicas y ciertos medicamentos que pueden desencadenar este síndrome.
 
Por ello, ha recomendado no automedicarse. “Si se automedican, es probable que gasten más que el haber podido ir con un especialista”.
 
Según ha indicado, el ojo seco se produce, principalmente, por una mala lubricación de la superficie ocular y la evaporación de agua de la lágrima. Al ser una enfermedad multifactorial, hay tres tipos: Ojo Seco por Deficiencia Acuosa, Ojo Seco Evaporativo y Ojo Seco Mixto. Para cada uno se requiere un tratamiento personalizado, con base en lubricantes (lágrimas artificiales) que tiene componentes y tecnologías novedosas como la combinación de HP-Guar/Borato, que ayuda a proteger el tejido del ojo y restaurar la lágrima al mismo tiempo.

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