Edición Médica

David Cabrera, médico especialista de la Clínica de Traumatología Quirúrgica.

Jonathan Veletanga. Quito
La Clínica de Traumatología Quirúrgica de la ciudad de Quito ha dado un paso gigantesco para mantenerse a la vanguardia de la evolución médica: en sus instalaciones ya se encuentra ensamblado y disponible uno de los avances tecnológicos más importantes para reemplazo articular, el famoso Robot Rosa.
 
“Este es un avance nacional porque la tecnología del Robot Rosa ya está expandida a nivel mundial, la tienen los mejores centros y clínicas del mundo; y que el país cuente con este nuevo equipo para poder asistir a médicos y a pacientes en el reemplazo articular es muy importante para el área de Traumatología y Rehabilitación”, ha dicho David Cabrera, médico especialista de la Clínica, en entrevista exclusiva con EDICIÓN MÉDICA.
 
Rosa es un “asistente de cirugía robótica”, que consta de dos módulos (unidad de monitor en tiempo real y unidad de brazo robótico) que apoyan en el campo quirúrgico al cirujano tanto en el control de la sierra como en la realización de “cortes exactos” para colocación de prótesis de rodilla, reemplazos articulares de cadera y, muy pronto, tendrá la capacidad de hacerlo en hombro y tobillo.
 
“Este equipo está listo para operar”. Por este motivo, ya se están programando a los dos primeros pacientes que se van a beneficiar de esta tecnología, ha asegurado Cabrera.
 
Los pacientes con artrosis femoropatelar, unicompartimental, bicompartimental y tricompartimental, y aquellos con problemas relacionados al desgaste de cartílago con lesión en la cadera, son subsidiarios de un reemplazo articular y, por ende, pueden beneficiarse de esta tecnología robótica.
 
Actualmente, la cirugía robótica ha evolucionado muchísimo, a tal punto que se pueden reducir significativamente las complicaciones secundarias y riesgos de los diferentes procedimientos quirúrgicos, además de aumentar la calidad, los resultados y la seguridad de las cirugías. Por este motivo, la Clínica de Traumatología Quirúrgica ha decidido invertir en la adquisición de su propio equipo. 
 
El Robot Rosa tiene tres modos de accionar: el automático, el colaborativo y el estático, los cuales permiten al médico realizar una cirugía menos invasiva debido a que se logra limitar la manipulación de los tejidos blandos, con mayor precisión (superior al 99 por ciento gracias a guías y planos de corte con modelos 3D) y en un menor tiempo.
 
Adicional, al paciente le permite tener una menor estancia hospitalaria, aumentando también la rapidez en la rehabilitación y recuperación, de manera que tienen una mejor reincorporación a las actividades diarias.
 
De esta manera, “somos la única clínica que ofrece un ciclo completo para la cirugía y rehabilitación… Se opera a los pacientes con Robot y se los rehabilita con la parte robótica también”, ha enfatizado Cabrera.
 
Certificaciones para el uso de Rosa en el país
 
Al momento, en Ecuador hay apenas 24 médicos certificados para el uso del Robot Rosa, por ello y para mejorar el acceso a este tipo de tecnologías, la Clínica de Traumatología Quirúrgica está planificando su propio programa de certificación, el cual brinde un entrenamiento teórico-práctico adecuado para aprovechar las herramientas y ventajas de esta tecnología.
 
“Nosotros también vamos a certificar a un grupo de médicos para que estén dentro del equipo de cirugía robótica de Rosa… Muchos médicos han mostrado su interés para ser parte de este equipo”, ha manifestado Cabrera.
 
Sin embargo, los médicos traumatólogos que no tengan la certificación también “van a tener acceso al Robot a través de nuestros médicos certificados”, con la finalidad de que sus pacientes puedan beneficiarse, ha agregado Cabrera.

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