Edición Médica

Examenes de Imagenología.

Redacción. Quito
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en el mundo, generando aproximadamente 17.9 millones de fallecimientos anualmente, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
Estas enfermedades abarcan una variedad de trastornos que afectan al corazón y los vasos sanguíneos, incluyen cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovasculares y cardiopatías reumáticas. Por ello, es importante enfocarse en la prevención como una herramienta primordial para reducir este alarmante índice de mortalidad.
 
En este contexto, Jorge Luis Játiva, líder del área de Diagnóstico de Cardiología en el Hospital de los Valles (HDLV), ha explicado que los procedimientos de diagnóstico por imagen juegan un papel crucial en la detección y manejo de estas enfermedades, así como en la disminución de la morbilidad y mortalidad asociadas a estas patologías.
 
Asimismo, ha resaltado la importancia de los chequeos de rutina, especialmente a partir de los 45 o 50 años, y a una edad más temprana, a partir de los 30, para quienes tienen antecedentes familiares de enfermedades cardíacas.
 
Estudios como la tomografía simple (Score de Calcio Coronario) para la prevención, o la angiotomografía coronaria (estudio con contraste) para detectar obstrucciones en las arterias coronarias sin necesidad de procedimientos invasivos, ayudan a una evaluación anatómica ambulatoria precisa, lo que contribuye significativamente a la implementación de un tratamiento oportuno, ha indicado.
 
Para el especialista, si bien todas las personas son susceptibles a desarrollar enfermedades cardiovasculares, existen factores que pueden acelerar este proceso, como sedentarismo, tabaquismo, dislipemia (niveles elevados de colesterol en la sangre), calidad del sueño, estrés y contaminación ambiental.
 
Por este motivo, ha recalcado que la prevención y detección precoz a través de estudios de imagen y la adopción de hábitos de vida saludables son fundamentales en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares.
 
Es así que ha recalcado en la importancia de adoptar los siguientes hábitos de vida saludables: mantener una alimentación balanceada, hacer ejercicio regularmente y abstenerse del consumo de tabaco y alcohol. Estas prácticas contribuyen significativamente al fortalecimiento de la salud cardiaca y al bienestar general de la persona.
 

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