Edición Médica

Las ENT afectan a unos 240 millones de personas en la región.

Redacción. Quito
Autoridades de salud de las Américas, reunidas en el 62.º Consejo Directivo de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), han aprobado un nuevo plan de acción sobre la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles (ENT) 2025-2030, lo que se constituye como un paso clave para abordar la principal causa de muerte y discapacidad en la región.
 
Las ENT son responsables de aproximadamente 6 millones de fallecimientos al año en la región y casi el 40 por ciento de ellas ocurren en forma prematura, antes de los 70 años. Además, afectan a unos 240 millones de personas. Si bien en la última década se han logrado avances en la reducción de fumadores, el tabaquismo, el consumo nocivo de alcohol, la mala alimentación, la inactividad física y la obesidad siguen siendo desafíos persistentes.
 
Asimismo, más del 35 por ciento de los adultos son físicamente inactivos, y uno de cada tres adultos tiene obesidad. El acceso al diagnóstico y tratamiento sigue siendo limitado: solo el 36 por ciento de los hipertensos tienen su presión arterial controlada, y más de 40 millones de personas con diabetes no tienen acceso al tratamiento adecuado.
 
“La adopción de este plan representa un paso decisivo para transformar la manera en que abordamos las ENT en las Américas. Su implementación permitirá avanzar hacia sistemas de salud más resilientes y equitativos, centrados en las personas y sus comunidades”, ha afirmado Anselm Hennis, director del Departamento de Enfermedades No Transmisibles y Salud Mental de la OPS.
 
Según lo informado, esta iniciativa busca acelerar la implementación de medidas para reducir la carga de las ENT y mejorar la calidad de vida de millones de personas afectadas por enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y enfermedades respiratorias crónicas, mediante el fortalecimiento de la capacidad de los sistemas de atención primaria de salud.
 
Para esto, el plan propone tres líneas estratégicas que apuntan a revertir la tendencia preocupante de las ENT:
 
1.- Reducir los factores de riesgo de las ENT y ampliar las intervenciones de promoción de la salud.
 
2.- Integrar el manejo de las enfermedades no transmisibles en la atención primaria de salud.
 
3.- Fortalecer la vigilancia de las ENT y de sus factores de riesgo.
 
El plan subraya la necesidad de un enfoque que involucre a todos los sectores del gobierno y a la sociedad en su conjunto, incluyendo medidas como: políticas fiscales para reducir el consumo de tabaco, alcohol y bebidas azucaradas; etiquetado frontal en alimentos ultraprocesados y restricciones a la publicidad; integración de la prevención y el tratamiento de ENT en la atención primaria para mejorar las tasas de diagnóstico, tratamiento y control; vacunación contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) y tamizaje para la detección del cáncer cervicouterino; uso de soluciones digitales y herramientas innovadoras para fortalecer la vigilancia de datos, mejorar el seguimiento y orientar políticas basadas en evidencia.
 
La OPS ha indicado que el progreso del plan de acción será evaluado a través de mecanismos de seguimiento bianuales, con un examen de mitad de período en 2028 y un informe final en 2031. En este sentido, apoyará a los países en la movilización de recursos para implementar las acciones prioritarias.
 
Con este plan, los países de las Américas reafirman su compromiso con la salud pública, la equidad y el desarrollo sostenible, en un contexto crucial para reducir la carga de las ENT en la región.
 

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