Edición Médica

Fernando Sacoto, presidente de la SESP.

Redacción. Quito
Si bien, la Sociedad Ecuatoriana de Salud Pública (SESP) ha calificado de exitoso al plan de vacunación contra la COVID-19, también considera que ya es hora de dar señales de cambio de rumbo en las políticas públicas sanitarias.
 
EDICIÓN MÉDICA ha tenido acceso a la postura oficial de la organización científica frente a la gestión del presidente Guillermo Lasso y su ministra de Salud, Ximena Garzón donde ha dejado claro que las lecciones aprendidas de la pandemia y la amenaza de otras, “deben conducir al fortalecimiento estructural de la salud pública”.
 
La SESP ha sostenido que, entre otras cosas, es ineludible “recuperar instituciones y capacidades, cuyas debilidades se desnudaron en la crisis: mejorar sustancialmente la vigilancia epidemiológica y genómica; la capacidad diagnóstica especializada de salud pública; invertir en una formación planificada de salubristas, epidemiólogos e investigadores y en un moderno Instituto Nacional de Higiene, con atributos de excelencia para investigar, producir vacunas y realizar control de calidad”.
 
Para ello, dice la Sociedad, se requiere diseñar un plan nacional de Salud, cuya elaboración “necesariamente” debe ser participativa, solo así el instrumento logrará cumplir su cometido y será efectivo.
 
El presidente de la SESP, Fernado Sacoco, ha dejado claro que “el gobierno debe ya dar señales de cambios de rumbo, en ámbitos tales como la reorganización institucional del Ministerio de Salud Pública (MSP), interviniendo sobre su enmarañada estructura centralista y burocrática, orientada a procedimientos y no a resultados”.
 
Así mismo, ha solicitado dejar de aplazar “la absurda zonificación y distritalización, retomando, con las actualizaciones del caso, la gestión territorial según provincias y áreas de salud -acorde la división política administrativa nacional- cuya construcción le tomó 20 años al MSP, y que contribuyó a avances y realizaciones de salud pública”.
 
Respuesta epidemiológica frente a la COVID-19
 
La SESP ha estimado que el éxito del Plan de Vacunación 9/100 se alcanzó “gracias a la voluntad política gubernamental, financiamiento y capacidad de gestión para la compra de vacunas, así como a la amplia convocatoria que ha movilizado al país en una cruzada nacional, coordinada por el MSP”.
 
No obstante, “aún falta redoblar esfuerzos financieros y logísticos para llegar a poblaciones marginadas por crónicas inequidades de acceso, lo que evitará brotes difíciles de controlar”, ha insistido la SESP.
 
Y, por otro lado, la organización ha considerado oportuno seguir con la vacunación a jóvenes, e incorporar oportunamente a niños, con ello estiman se fortalecerá los servicios de salud de “primer nivel (tradicionalmente artífices de la vacunación en el país) y se podrán alcanzar adecuados y sostenibles niveles de protección poblacional”.
 
Finalmente se ha insistido en reforzar la respuesta epidemiológica frente a conocidas o nuevas variantes del virus SARS-COV-2 y el consiguiente riesgo de rebrotes, así como “la prevención, aun en personas vacunadas, como conducta social de largo plazo”.

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