Edición Médica

Son proyectos de varias carreras.

Redacción. Quito
Las facultades de Ciencias Médicas, Ciencias Agropecuarias, Psicología y Hospitalidad han juntado esfuerzos para contribuir en dos proyectos de vinculación con la sociedad, los cuales procuran brindar una intervención integral en los hogares de personas con discapacidad, así como a sus cuidadores.
 
Estudiantes y docentes de las carreras de Medicina, Estimulación Temprana en Salud, Fonoaudiología, Fisioterapia, Enfermería, Psicología, Agronomía y Gastronomía, cumplen acciones en las parroquias Baños y Tarqui, en la provincia de Azuay.
 
Juan Chuchuca, coordinador del proyecto y docente de la Facultad de Ciencias Médicas, ha indicado que están realizando capacitaciones enfocadas al manejo del estrés, cuidado y autocuidado. También realizan en las áreas fonoaudiológicas de lenguaje, habla, voz y deglución, intervención fisioterapéutica, además de terapias psicológicas a los cuidadores de las personas con discapacidad, entre otras.
 
Desde la carrera de Gastronomía, en cambio han acudido a las viviendas a enseñar recetas saludables, considerando los casos de cada familia y las características de las personas con discapacidad.
 
El objetivo es que se preparen alimentos con productos de su propio cultivo y es en este campo donde interviene la carrera de Agronomía, que tiene previsto la instalación de huertos de hortalizas y vegetales.
 
Por medio del manejo ecológico de suelos, del enfoque de soberanía alimentaria y de la producción agroecológica se busca que las familias alcancen un registro de producción favorable para su entorno familiar, otorgando así el bienestar en la parte física y emocional, ha agregado el docente Andrés Arciniegas.
 
María Puchi, una de las beneficiarias, ha manifestado que el apoyo de la Universidad de Cuenca y del Subcentro de Salud de Tarqui, le han permitido superar fases de depresión y estrés causadas por la impotencia de desconocer técnicas de cuidado especial para su hijo, quien padece esquizofrenia.
 
El día que reciben las visitas domiciliarias es un día de alegría, ya que los futuros profesionales de la salud tienen un “comportamiento profesional y saben llegar al corazón de las personas, del enfermo”, ha sostenido.

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