Declaran la emergencia en la morgue tras crisis que provocó descomposición de cadáveres
Los daños en equipos y cámaras de refrigeración complicaros sus operaciones
En junio el centro colapso y los olores derivaron en contaminación.
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Redacción. Quito
El Servicio Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses ha declarado la emergencia en el
Centro Forense de Guayaquil, tras el colapso de las instalaciones debido al incremento de cadáveres, atribuido al aumento de muertes violentas.
Las autoridades esperan simplificar los
procesos de contratación pública para repotenciar el equipamiento del Centro Forense que cubre las zonas 5 y 8 de la provincia del Guayas. La medida durará 60 días, se ha informado oficialmente.
Gabriela Díaz, subdirectora del Servicio de Medicina Legal, ha reconocido que la declaración de emergencia se produce “en el contexto de todo lo sucedido, aprovechando la priorización de los recursos asignados por el Ministerio de Economía y Finanzas y los compromisos asumidos con la Asamblea Nacional”, ya que en junio pasado se denunció el colapso de las instalaciones y en la zona se percibió terribles olores producto de la descomposición de cuerpos.
Con la emergencia se busca la repotenciación inmediata de las cámaras de refrigeración y puesta en marcha del cuarto frío del Centro Forense. Eso, “ante la inminente posibilidad de la
paralización de servicios públicos relacionados con el manejo y conservación de cadáveres y restos humanos”, se ha señalado en el documento oficial.
Cabe recordar que, entre mayo y junio, uno de los tres contenedores de la morgue, ubicados en el patio del
Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses dejo de funcionar y se descompusieron alrededor de cien cadáveres.
Según un
informe técnico las tres cámaras de conservación datan del 2013, por lo que “ya cumplieron su vida útil”, además de que el resto de componentes también están deteriorados o son deficientes y no se garantiza el correcto funcionamiento del equipo.
Medicina Legal ha reconocido que se deben mejorar las condiciones de la disposición temporal de cadáveres para “evitar
riesgos ambientales”, a partir de “la descomposición y acción de microorganismos de residuos, provocando contaminación de recursos, como el aire, agua y suelo, y al personal expuesto”.