Edición Médica

El riesgo de esta enfermedad es mayor en mujeres de más 50 años.

Redacción. Quito
Por el Día Mundial de la Osteoporosis, el Hospital de los Valles (HDLV) ha promovido la prevención, diagnóstico y tratamiento adecuado de esta enfermedad silenciosa, especialmente en mujeres postmenopáusicas, quienes cuenta con un alto riesgo de desarrollarla.
 
“Dado que la osteoporosis no presenta síntomas clínicos evidentes, la única manifestación es cuando se produce una fractura. Por esta razón recomiendo que de manera preventiva se realicen estudios de la pérdida de masa ósea en mujeres postmenopáusicas”, ha enfatizado Hilda Orozco, ginecóloga del Hospital de los Valles.
 
En Ecuador, 1 de cada 3 mujeres mayores de 50 años padece esta patología, que es una enfermedad que se caracteriza por una insuficiencia de masa ósea y un deterioro estructural de este tejido, lo que resulta en un incremento en las fracturas, en su mayoría de cadera, columna y muñeca, según la Sociedad Ecuatoriana de Reumatología y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
La osteoporosis al ser una enfermedad que se presenta sin síntomas puede pasar desapercibida hasta que haya avanzado significativamente. Generalmente se manifiesta en la menopausia debido a la disminución del efecto protector de las hormonas femeninas, ha explicado la especialista del HDLV.
 
Por este motivo, es importante un diagnóstico temprano. Para esto, la densitometría es el examen más sensible para cuantificar la masa ósea, permite calcular la probabilidad de fractura considerando la densidad mineral ósea, edad y etnia de la paciente.
 
Este examen se debe realizar cada 2 años, a partir de los 55 años o luego de 24 meses de haber dejado de menstruar en la menopausia, he precisado.
 
Asimismo, las mujeres pueden reducir el riesgo de desarrollar osteoporosis después de la menopausia mediante varias acciones, como dejar de fumar, aumentar la ingesta de calcio, suplementarse con vitamina D, realizar actividad física, evitar el uso prolongado de glucocorticoides, administrar estrógenos si es necesario y reducir el riesgo de caídas.
 
La alimentación y la nutrición también desempeñan un papel crucial en la salud ósea de las mujeres postmenopáusicas. Por ello, ha recomendado seguir una dieta variada y equilibrada, prestando especial atención a un adecuado aporte de calcio; y evitar la ingesta de alimentos ricos en fitatos (lentejas, garbanzos, porotos, nueces, maní, almendras, semillas de linaza, arroz integral y blanco), junto con lácteos, ya que estos compuestos disminuyen la biodisponibilidad del calcio.
 
Para aquellas mujeres sin tolerancia a productos lácteos o veganas, existen fuentes vegetales ricas en calcio, como las brasicáceas, el tofu, las legumbres y las bebidas vegetales enriquecidas con calcio, ha agregado.
 
Orozco ha enfatizado que la prevención y el manejo de la osteoporosis en mujeres postmenopáusicas son fundamentales para mantener una buena salud ósea. Por eso, ha insistido en la necesidad de tomar medidas de cuidado para reducir los factores de riesgo y complementar con una dieta adecuada, exámenes, y en caso de diagnóstico, seguir un tratamiento personalizado.

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