Edición Médica

Juan Pablo Núñez, CEO de Uniteco Profesional.

Redacción. Quito
Con el paso del tiempo, todo evoluciona. Desde la arquitectura hasta el lenguaje, pasando por la Medicina. El cambio constante nos rodea, aunque nos queramos resistir muchas veces al mismo. Renovarse o morir, se dice comúnmente en conversaciones a priori intrascendentes. Pero detrás de todo, siempre hay una importancia relativa que determina el devenir de nuestras actuaciones y, por tanto, el porvenir de nuevas generaciones que se encontrarán una realidad distinta a la vivida por sus padres, y de lejos a la de sus abuelos.
 
Esta introducción me sirve, entre otras cosas, para explicar algunos de los valores que tenemos en Uniteco. Como si de una construcción, ya con más de 50 años de vida se tratara, contamos con la solidez que aportó mi padre, fundador y actual presidente. La transición generacional que hemos experimentado en Uniteco, pasa primero por un respeto hacia esos valores que él aseguró en el seno de nuestra organización. Digamos que estos valores suponen los cimientos de la sólida construcción en la que vivimos, y que poco a poco se fue terminando de modelar.
 
Esa solidez, y el gran trabajo que realizó desarrollando planes de protección para la fuerza profesional de la salud, es decir, por los que cuidan de todos nosotros, resultó en prestigio dentro de la arquitectura del seguro. No somos un broker al uso, no somos meros mediadores entre aseguradoras y clientes. Nos hemos convertido en una empresa capaz de construir, junto a otras como aseguradoras y reaseguradoras, soluciones de protección a todos los niveles, especializados en el sector médico.
 
Cada generación cuenta con una cultura particular, ese comportamiento común adquirido que se traspasa a la siguiente generación, y que también evoluciona. Creo que el secreto de una buena personalidad, tanto individual como corporativa, viene dado por la inteligencia, y el éxito, a la hora de seleccionar aquellos aspectos más positivos de cada profesional y empresa con la que tienes la suerte de colaborar. En este caso, la transición generacional que hemos vivido en Uniteco se basa en el mantenimiento de todo lo bueno que existía, limar aquellas cosas que no veíamos del todo oportunas, y añadir las características culturales de nuestra generación: la tecnología y el capital humano.
 
El organismo se compone de células y agua, los edificios de ladrillo y cemento; y las empresas se componen, entre otras muchas cosas, de tecnología y capital humano. La apuesta que hemos hecho por estos dos conceptos los últimos años nos ha permitido estar donde estamos: reconocidos por la Federación Médica Ecuatoriana por la labor durante todos estos años, y por estar al lado del médico en todo lo que éste pueda necesitar.
 
Estamos en el buen camino, o siguiendo la metáfora arquitectónica aplicada en estas frases, en la correcta dirección para seguir construyendo las mejores soluciones posibles para ustedes, los que dedican su vida a aliviar nuestro dolor, acompañarnos en la enfermedad y poner soluciones para que vivamos nuestra vida de la mejor manera posible, la más sana.
 

---