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Sin decisión política, será inútil la proclama del Hábitat III


Martes, 25 de octubre de 2016, a las 18:21
* Cristina Coello Duque es periodista en Redacción Médica

Tras la importante cita mundial del Hábitat III ha quedado la inquietud de cuándo se harán realidad todas esas propuestas en favor de los ciudadanos. Tanto el presidente de la República, Rafael Correa, como el Secretario de Hábitat III, Jean Clod y otros funcionarios de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) han admitido que únicamente con decisión política se podrá construir calidad de vida, salud y desarrollo urbano sostenible.
 
De allí que, son urgentes verdaderos compromisos de los gobiernos para actuar sobre las problemáticas que atraviesan las ciudades. Se han planteado soluciones, ahora se requieren cambios reales, de lo contrario la proclama de Quito será un fracaso.
 
Los expertos sanitarios de la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo, han puesto a disposición de los dirigentes políticos, empresariales y organizaciones sociales varias iniciativas, entre ellas ‘Respira la vida. Aire limpio. Futuro saludable’ para establecer medidas que reduzcan la contaminación.
 
La polución es una gran causa de enfermedades que deben enfrentarse con políticas relacionadas con el transporte, energía, gestión de desechos, agricultura, políticas de uso de suelo, transporte público y espacios seguros, acceso a espacios verdes, etc.
 
Los expertos proveen alternativas pero al final está en las manos de los líderes poner en marcha esas iniciativas.
 
En Ecuador se podría empezar por la medición de los factores que generan contaminación del aire, como lo está haciendo Chile, y cuyas estaciones no significan un gasto extraordinario para las administraciones locales, según ha resaltado en Hábitat III el Subsecretario de Ambiente de ese país, Marcelo Mena.
 
Mientras más mediciones e información se obtenga de la situación ambiental en las ciudades, mejores políticas públicas se pueden diseñar, pero eso es decisión política. Queda claro que las acciones en favor de la salud y los otros aspectos reconocidos en Hábitat III están en manos del poder

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